Identificación
Nombre, fecha y local de nacimiento
Mi nombre es Carlos Mauricio Mendonça Figueiredo. Yo nací en Río de Janeiro, en la Tijuca, el año de 1949, día 10 de mayo.
Familia
Padres
Mi padre es Raimundo Geraldo Leite Figueiredo y mi madre, Maria de Lourdes Mendonça Figueiredo.
Infancia
Recuerdos de infancia
Mi padre era arquitecto, mi madre, profesora, pero los dos siempre se involucraron con música por placer. Ellos conocían mucha gente del medio artístico, eran muy bien relacionados tanto con el personal de la llamada vieja guarda como Lamartine Babeo, Elizeth Cardoso, dando así algunos ejemplos, cuanto con el personal de la bossa nova. En la hora que comenzó aquel movimiento, tuvo muchas reuniones en mi casa, en la casa donde mi madre vive hasta hoy y realmente era una época en que las personas se frecuentaban y no era fiesta. La manera de que las personas se divertían era tocando. Fue realmente la primera vez que mi instinto musical se despertó para yo realmente pensar: “Puchis, realmente eso es una cosa buena para hacer”. Porque antes yo hasta veía ellos tocando en casa, a pesar de santo de casa nunca hacer mucho milagro, y a pesar de me gustar mucho las músicas hasta hoy, de la música de mis padres. Ellos tienen mucha cosa grabada inclusive, no como primera actividad, pero ellos tenían esa parte. Mi madre aún toca piano hasta hoy, está con 80 años y aún toca bien piano. Entonces esa cosa en casa propició para mí la entrada en el ambiente de la música. El personal de la bossa nova realmente trajo una nueva forma de percibir, inclusive, la cuestión de la intimidad con la guitarra, aquella forma de buscar cómo hacer mejor, hallar las armonías, el desarrollo del oído musical. Para mí, vino de esa época y realmente es una cosa que las personas que me conocen de la música no me relacionan mucho con esa parte del movimiento de la Bossa nova porque yo era chico, tenía 10 años en esa época que las personas iban...
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Nombre, fecha y local de nacimiento
Mi nombre es Carlos Mauricio Mendonça Figueiredo. Yo nací en Río de Janeiro, en la Tijuca, el año de 1949, día 10 de mayo.
Familia
Padres
Mi padre es Raimundo Geraldo Leite Figueiredo y mi madre, Maria de Lourdes Mendonça Figueiredo.
Infancia
Recuerdos de infancia
Mi padre era arquitecto, mi madre, profesora, pero los dos siempre se involucraron con música por placer. Ellos conocían mucha gente del medio artístico, eran muy bien relacionados tanto con el personal de la llamada vieja guarda como Lamartine Babeo, Elizeth Cardoso, dando así algunos ejemplos, cuanto con el personal de la bossa nova. En la hora que comenzó aquel movimiento, tuvo muchas reuniones en mi casa, en la casa donde mi madre vive hasta hoy y realmente era una época en que las personas se frecuentaban y no era fiesta. La manera de que las personas se divertían era tocando. Fue realmente la primera vez que mi instinto musical se despertó para yo realmente pensar: “Puchis, realmente eso es una cosa buena para hacer”. Porque antes yo hasta veía ellos tocando en casa, a pesar de santo de casa nunca hacer mucho milagro, y a pesar de me gustar mucho las músicas hasta hoy, de la música de mis padres. Ellos tienen mucha cosa grabada inclusive, no como primera actividad, pero ellos tenían esa parte. Mi madre aún toca piano hasta hoy, está con 80 años y aún toca bien piano. Entonces esa cosa en casa propició para mí la entrada en el ambiente de la música. El personal de la bossa nova realmente trajo una nueva forma de percibir, inclusive, la cuestión de la intimidad con la guitarra, aquella forma de buscar cómo hacer mejor, hallar las armonías, el desarrollo del oído musical. Para mí, vino de esa época y realmente es una cosa que las personas que me conocen de la música no me relacionan mucho con esa parte del movimiento de la Bossa nova porque yo era chico, tenía 10 años en esa época que las personas iban allá. Pero realmente fue mi formación básica, yo conozco realmente el repertorio de todo de aquello. Conocí viendo al personal tocar en la época en que las personas iban hacia casa de los otros para mostrar músicas nuevas. Comenzó ahí un gran movimiento de intercambio de informaciones y yo realmente bebí mucho en esa fuente, gracias a Dios.
Ciudad
Río de Janeiro
Yo nací en la casa que mis padres vivían en la Tijuca, en la Calle Açoriano de Souza, que era una callecita sin salida allí cerca de la Plaza Sans Pena. Era una calle que entraba, que nadie ni percibía. Tenía un puesto en la entrada. Ella hacía una L, no, una J la verdad y la parte de la casa en que yo vivía era casi en el fin de la calle. Era una época muy tranquila, en la calle no tenía ningún movimiento, era una calle sin salida, en una época en que tenía poquísimos automóviles. Entonces realmente mi infancia más tierna fue pasada en ese ambiente, pero fue sólo hasta los cuatro años de edad. Después, no sé si el ayuntamiento o el gobierno resolvió abrir una avenida que pasaba exactamente en el fin de la calle donde estaba la casa en que yo vivía, entonces la casa fue expropiada. Entonces mi familia toda acabó cambiándose para Flamengo, que es un barrio que yo tengo grandes raíces también, en que prácticamente yo viví la mayor parte de mi vida. Allá es la casa que yo te hablé, que tenía esas reuniones. Continúa viva la casa en la Calle Almirante Tamandaré, 201, que es donde aún vive mi madre y es realmente un barrio que yo considero muy agradable, que tiene mucha mezcla, es un barrio democrático. Y después yo ya viví en otros lugares también, ya pasé por otras cosas, pero realmente es allá donde tiene más marcas en términos de lugar de vivir.
Infancia
Juegos de niño / Río de Janeiro
Al comienzo mis juegos de niño en la Tijuca eran en las casas, todas las casas eran de personas conocidas, amigos con niños también. Tengo algunos recuerdos, pero era una cosa más restricta. Después, yo fui para un apartamento alquilado que era en la playa del Flamengo, en una época en que todo el mundo salía de casa y vivía junto, eran padres, abuelas, hijos, nietos, eran casas grandes y vivía todo el mundo junto. Allí yo perdí un poco aquella cuestión de la vecindad, porque era más difícil la gente hacer amigos de mi edad en un apartamento, era otra realidad, no tenía ni el Terraplén del Flamengo aún. Entonces yo pasé mis cuatro, cinco, seis años medio recluso, digamos, en esa parte social. Cuando la gente tuvo que cambiar también para otro lugar allá cerca, también en un otro apartamento, fue en una época en que yo ya comencé a estudiar en una escuela pública. Cuando yo pasé a estudiar en esa escuela, que me quedaba cerca del Catete, al lado del Palacio del Catete, una escuela llamada Rodrigues Alves, ahí comencé a tener un grupo de amigos allá cerca y comencé a hacer mis primeras niñadas, digamos así. Fue una época increíble, pero es gracioso, es curioso. Cuando el metro fue a pasar por allí, derrumbaron el edificio principal de ella que era lindo, un edificio antiguo que hacía un conjunto arquitectónico muy bonito, con el palacio. Entonces mis memorias fueron siendo borradas, la casa donde yo nací fue derrumbada, la escuela donde yo estudié fue en parte derrumbada también. Que será que va a restarme dentro de poco? Espero que preserven el resto de mi pasado arquitectónico por lo menos. Pero ahí comencé a tener la parte de relación con gente de mi edad, comenzó por ahí. Cuando yo fui a vivir en el apartamento de la Calle Almirante Tamandaré, yo ya tenía unos ocho para nueve años, ahí que yo realmente formé un equipo callejero, un personal conocido que vivía cerca. En la época, la mayoría de los edificios eran, básicamente, sobre columnas y la parte de bajo era abierta, totalmente abierta, entraba y salía quien quisiera, a la hora que quisiera. Para la muchachada jugar, aquello allí era el paraíso, porque casi no pasaba carro, era una calle pequeña, que sólo tenía un tramo.Era un constante cambio de locales donde jugar, quiere decir, cada uno jugaba en el playground de un edificio, o en el otro, o en la calle mismo. Era un lugar que actualmente es impensable. Hoy todos los edificios allá tienen rejas, señas, intercomunicadores, todas aquellas todas. Es una cosa que deja añoranzas, aquella libertad que se tenía, aquella disponibilidad de espacio. Y allí realmente yo formé mi infancia y pre-adolescencia, en ese ambiente muy abierto que se reflejaba inclusive en la casa de las personas. Cuando la gente abría la casa para las personas que venían, llegaban personas a cualquier hora. Yo me acuerdo, dando un corte para la época que yo ya estaba como músico, comenzando, que los amigos míos llegaban en la hora del almuerzo y entraban sin pedir, sin hablar, sin avisar nada. Llegaba aquel grupo todo, ahí tenía que arreglar almuerzo para todo el mundo. Era una cosa curiosa, pero era una cosa que Río de Janeiro tenía. Ciudad Maravillosa, las personas eran sociables, realmente eran. Ahora está perdiendo mucho, Río se quedó una ciudad miedosa y con razón. Las personas perdieron mucha aquella cosa fraternal de apertura de las casas y todo, hoy es imposible. Y yo creo también que Río de Janeiro perdió aquello y no consiguió aún encontrar una forma de que las personas se encuentren más, entonces yo siento a veces falta de aquel tiempo. Por qué, por ejemplo, São Paulo siempre fue una ciudad muy hostil, las distancias son mayores, es demasiado urbana, todo el tiempo, pero las personas aprendieron a convivir y conectarse, frecuentarse. “Hola, usted puede ir en mi casa?”, las personas marcan y van. En Río de Janeiro, usted llama: “Ah, voy en su casa mañana”, “Ah, que bien”, ahí la persona no va. También, si fuera no iba a tener problema porque el otro habría salido. Entonces Río de Janeiro aún no encontró alguna forma de expresarse, yo creo que está debiendo aún. La gente aún necesita preguntarse como hacer para recuperar aquel sentimiento exquisito que propició los encuentros que llevaron, por ejemplo, la bossa nova a ser creada, el Club de la Esquina. Cuando el personal de Minas Gerais vino a Río de Janeiro encontró realmente esa misma cosa. A pesar de estar en una época que aún existían problemas, régimen militar, etc., aún existía, en la casa de las personas, espacio para que las personas se encontraren y esa predisposición a abrir sus espacios para los otros. Ahora está más difícil que se haga eso, pero vamos a ver, vamos a llegar allá.
Familia
Abuelos
En mi casa vivían el padrino y la madrina de mi madre, pero eran tratados como abuelos y más tarde mi abuela, madre de mi madre, fue a vivir allá. Mi padre era de Ceará, entonces la familia toda vive aún en Ceará, en Fortaleza. Él era de una ciudad llamada Aracati, una ciudadcita bonita allí de aquella región del río Jaguaribe que va a dar allí donde actualmente ten Canoa Quebrada, que es un lugar bastante conocido. Mi abuelo era bastante bohemio y gustaba de divertirse, tocaba violín, tocaba bombardino. Él tenía un metro y medio, era chiquitito, era el Mayor Bruno. La historia de ese “mayor” es hasta graciosa porque él nunca fue del ejército. Todo el personal de ciertas familias más abastadas eran coroneles y él era muy bajito, tenía un metro y medio. Entonces el apodo de él era Mayor, nunca pasó para coronel. Y a pesar de ser de una familia con ciertas posesiones en la época, nunca se importo mucho con el dinero. Él gustaba de alistarse de divertirse y realmente era una figura. Inclusive, él fundó una ciudad cerquita de Canoa Quebrada, por allí en el litoral, llamada Majorlândia que yo sólo no hago mucha propaganda para no acabar con la maravilla que es el lugar allí. Fue llamada Majorlândia a causa del Mayor. Aún hoy allá en la plaza tiene una esfinge, un perfil de él que es parecido con el mío. Si ustedes quisieran ver como era el Mayor, es mi perfil, sólo que yo tengo 1m 83 y él tenía un metro y medio, es la única diferencia básica. Pero es un lugar maravilloso, yo adoro toda aquella región, es un paraíso, no quiero que nadie sepa de eso.
Familia
Cotidiano
Allá en casa vivían, al principio, los padrinos de mi madre, mi padre, mi madre, mi hermano y yo. Después, fue a vivir también la madre de mi madre. Cuando mi tía falleció, ella fue a quedarse allá. Yo tenía siete años de edad. Entonces eran siete personas. Eso fue en la época en que nos mudamos para ese apartamento donde vivimos hasta hoy. Ellos compraron dos apartamentos, entonces padrino y madrina fueron a vivir en un piso y mi madre, mi padre, yo, mi hermano y mi abuela fuimos a vivir en ese apartamento actual.
Infancia
Recuerdos de infancia
Yo, cuando era más joven, era fan de Ivon Cury, adoraba Ivon Cury. Yo creo que es lo siguiente: yo vi una vez una entrevista del Michel Legrand en que las personas preguntaron para él: “Que escuchaba era niño? Usted debía oír los clásicos, músicas maravillosas”, “Yo oía de todo, yo oía radio, oía todo lo que viniera y que me gustara”. Yo creo que el niño, a no ser cuando es impuesto, no tiene aquella cosa de separar mucho el estilo, él gusta de lo que gusta y pronto. Ahora yo creo que lo que se debe darle es la opción. Yo adoraba Ivon Cury, pero oía todas las cosas que eran más sofisticadas también. Entonces yo creo que la formación del oído va evolucionando también, pero tiene que dar margen para el niño crecer para poder absorber cosas, porque se dar por primera vez una cosa más sofisticada a alguien que nunca escuchó, él puede hasta gustar, pero va a ser difícil comprender. Entonces yo oía Radio Nacional, oía discos de mis padres, de mis abuelos, discos clásicos, cosas más varias, cosas extranjeras. Mi madre adoraba y aún adora los musicales americanos, ella conoce todos los musicales. Entonces yo oí mucho aquellas cosas que en la época yo no sabía ni lo que era, no sabía ni identificar. Yo actualmente oigo y ya me acuerdo de toda esa época también. Yo creo que fue muy importante esa audición bastante amplia en la infancia.
Educación
Escuelas
En la época, la escuela pública era realmente una escuela publica, o sea, era lo mejor que tenía. Escuela particular en esa época era para gente que no conseguía buenas notas e iba hacia escuela particular para pagar, pasar y ahí conseguir un diploma. No existía escuela particular en el sentido de excelencia. Podía que haya una u otra, yo puedo estar haciendo alguna injusticia, pero en general, la mayoría de las escuelas buenas era pública. Las escuelas particulares eran consideradas aquellas escuelas hechas sólo para los alumnos que no tenían mucha capacidad para estudiar. Entonces yo me enorgullezco de haber sido siempre alumno de escuela pública. Primero, en el Instituto de Educación. Mi madre era profesora, daba clase allá y yo hice el jardín infantil en el Instituto de Educación. Después, en la escuela 1 y 2 del Rodrigues Alves, al lado del Palacio del Catete. Yo veía que los presidentes entrar y salir, aquellos carros, yo sólo no oí el tiro del Getúlio porque yo aún no estaba allá, sino hubiera oído. Después, yo pasé en lo que era considerado en la época un vestibular, pasé para el colegio de la Aplicación de la Facultad Nacional de Filosofía de Brasil, que se encuentra en la Lagoa hasta hoy. Era un colegio que daba una enseñanza diferenciada, era una cosa más elaborada, tenía toda una tradición de ser un centro de aplicación de clases para los graduandos de la Universidad de Brasil, de la Facultad Nacional de Filosofía. Entonces era un lugar que tenía un currículo, una exigencia con alumnos muy grande. Pero al mismo tiempo era un lugar donde tenía una fraternidad entre los alumnos y profesores también muy interesante, una cosa que continúa hasta hoy. Personas que estudiaron allá tienen una relación muy especial que no llegó ni a ser interrumpida en la época del comienzo de la dictadura, que comenzó a apretar determinados, quiere decir, a dificultar un cierto desarrollo del libre pensamiento en Brasil y comenzó a perjudicar, digamos así, la cuestión de la enseñanza misma. Fue allí que hubo un comienzo de caída de la enseñanza pública llegando al punto de hoy. Pero yo pasé por una fase buena de esa cosa de la enseñanza pública en Brasil. Después, yo también entré en la facultad ESDI (Escuela Superior de Dibujo Industrial), que es también pública. Nunca hice cursillo de vestibular, siempre estudié en casa. Mi madre era profesora, ella me daba clases particulares para vestibular. En el colegio de la Aplicación yo entré en cuarto lugar, en la ESDI yo entré en tercero. Nunca nunca hice cursillo. Acabé dejando en el caso la ESDI porque ya andaba con el negocio de la música muy fuerte y no tenía mucho tiempo.
Festivales
Festival de la Record
El grupo del que yo formaba parte, Momento Cuatro, había acabado de participar del Festival de la Record con la música del Edu Lobo. La gente cantaba “Ponteio”, que fue campeona de aquel año, con él. En la época, los festivales llegaron al máximo de la euforia de lo que representaban en términos de proyección. Entonces para nosotros aquello era un mundo muy nuevo, atractivo y que necesitaba una zambullida muy grande de aquellas experiencias. No daba tiempo de quedarse diversificando, estudiando, tenía que viajar hacia São Paulo, para otros lugares para tocar, comenzó a dificultar y yo resolví parar con la cosa que yo siempre gusté, que era la parte del diseño. Yo siempre fui un diseñador en las horas libres y a veces yo añoro. Pero la vida es así, la gente tiene que escoger una cosa.
Formación Musical
Primer instrumento
A partir de aquella época en que la bossa nova invadió mi casa, en verdad invadió mi gana de también tocar alguna cosa. Antes siempre tuvo guitarra, piano en casa, pero yo nunca me había interesado. En esa época yo comencé a intentar escuchar y quitar algunas cosas, pero yo era muy tímido, yo creo que aún soy hasta hoy. Pero en la época yo era así, no quería mostrar para nadie mientras yo estaba preparando las cosas. Yo sólo comencé a mostrar que yo tocaba guitarra cuando yo ya sabía tocar la música entera, andaba con la armonía lista, todo correcto, ahí yo mostraba. Entonces yo me quedé el periodo de los 12 a los 15 años en un proceso de elaboración, incubación, en ese universo de oír, tocar, quitar la armonía. Yo siempre fui muy conectado a la cuestión de armonía, con grupos vocales, con arreglo. Tiene que prestar atención en lo que está por dentro de la música, no es sólo la melodía, y letra tampoco era mi fuerte. Pero yo era muy atento con la estructura de la música. La guitarra yo fui aprendiendo solo, nunca fui a clases. Yo hasta pendiente que todas las cosas, prácticamente todo en la música yo aprendí siendo autodidacta. Mi problema muchas veces es que cuando el profesor iba, el alumno faltaba y viceversa. Entonces aconteció eso conmigo, yo no completé ningún curso. Ten cosas que yo sé que son muy avanzadas y no sé cosas más simples, básicas, yo no me interesaba. A mí me gustaba aprender lo que me interesaba por la audición. Cuando a mí me gustaba una cosa, podía ser una cosa muy difícil, pero yo tenía facilidad de aprender. Y de pronto, a veces yo no quería aprender el be-á-bá, era muy aburrido. Entonces tal vez tenga lagunas en mi conocimiento musical, pero creo que es un camino también de ser guiado por lo emocional y ahí la gente va atrás del conocimiento de las cosas que nos dan placer. A veces eso dificulta un poco las cosas cuando tengo que hacer un arreglo y las personas quieren exactamente las cosas que hacen falta en ese currículo. Entonces yo tengo que salir de mi óptica de lo que es, digamos, la cosa más bonita para hacer y tengo que hacer la cosa que objetivamente es preciso para el gusto de otra persona, o grupo. O a veces para hacer jingles, o para hacer una banda sonora de cine y otras cosas así. Hace falta un determinado conocimiento de ciertas estructuras simples, pero yo compenso eso con la intuición. La intuición también consigue llegar a aquello, es claro que consigue llegar aquí también. No es una cosa inmediata, a veces yo sufro un poco para hacer las cosas más fáciles, más que para hacer las cosas más difíciles.
Educación
Cotidiana escolar
Para dejar de estudiar fue en esa fase que yo llegué a la facultad realmente, porque yo siempre estudié, quiere decir, yo era alumno razonable, muy perezoso, pero a mí me gustaba estudiar. En la época que yo era de la primaria, yo era el mejor alumno, después pasé muy bien para entrar en el colegio Aplicación. En las cosas que a mí me gustaba estudiar yo era buen alumno, pero realmente yo era muy perezoso para muchas cosas. Yo comencé a no tener compromiso y a estudiar sólo por estudiar, para mí no era muy interesante. Ahí la música vino más o menos al mismo tiempo y los estudios tomaron un segundo plano. Pero en la época yo creo que el estudio era de muy buena calidad. Entonces yo siento que yo tengo una base universal, porque el Colegio de la Aplicación era una especie de pre-universidad. La verdad, él no era sólo un colegio secundario, era como se fuera una universidad dentro de la enseñanza secundaria. Toda la formación de pensamiento era como si fuera una universidad. Entonces tal vez por eso yo no tenga sentido tanta falta de ir a la universidad, yo creo que yo ya tuve un poco esa experiencia.
Identificación
Apodo
Tiene que preguntar a las otras personas que colocaron eso casi como un apodo. La verdad, lo que aconteció, objetivamente, fue que el primer arreglo que yo hice para un disco fue un arreglo para Milton Nascimento – si no me engaño, el segundo disco –, en una música del Nelsinho Ângelo llamada “Cuatro Lunas”, con arreglo de orquesta. Yo y Nelsinho hicimos prácticamente a cuatro manos y ahí en la contracapa del disco salieron los arreglos, maestro Luis Eça, maestro Paulo Moura – tenía más gente – y maestro Mauricio Mendonça. Ahí comenzaron a llamarme maestro Mauricio, medio de broma. Porque maestro yo nunca fui, no sé regir, nunca estudié regencia, siempre fui intuitivo, yo estudié particularmente armonía, estudié orquestación, estudié cosas así. Pero mi forma de desarrollar siempre fue más en la práctica, la regencia nunca me atrajo particularmente. Entonces el nombre Maestro es medio por aproximación, yo nunca pretendí ser maestro de nada. Tal vez en un equipo de fútbol que yo jugaba yo hasta haya pensado en ser maestro, pero me faltaba aliento – y fútbol también, lógico. Pero en la música a mí me gusta hacer arreglos, a mí me gusta ver que las personas ejecuten ideas que yo hago. Mi instrumento es más el pensamiento. Yo no soy gran instrumentista de ningún instrumento, soy vocalista, canto bien, compongo, hago un poquito de cada cosa. Pero lo que yo gusto es del conjunto, ver como las cosas se ensamblan, eso es mi oficio, soy más arreglista que maestro la verdad. Entonces el apodo viene más o menos de ahí, fue asumido después, iba hacer qué? Cuando la gente pelea con el apodo, ahí y que él va a tomarlo realmente. Pero es más o menos la misma cosa: Paulinho da Viola toca cavaquinho, Nelson Cavaquinho toca guitarra, ya decía el buen Eudes Fraga. Entonces ese es el negocio, Mauricio Maestro hace arreglo.
Adolescencia
Músicas que oía / Tamba Trío
Yo escuchaba mucho conjuntos vocales, escuché todo de bossa nova. Yo escuché mucho Tamba Trío, era fan total del Tamba Trío. Y tuve la felicidad de haber sido Bebeto Castilho, del Tamba Trío, quien me tomo para jugarme dentro de la música profesional. Por una feliz coincidencia, la esposa de él en la época era Lurdinha, ahijada también de los padrinos de mi madre. Mis padres fueron padrinos de boda de él, entonces él se aproximó en esa época. Antes de eso él ya frecuentaba nuestra casa, pero después él se aproximó y fue alguien que me colocó dentro del ambiente musical, me presentó a la mayoría de las personas. Pero yo ya era fan incondicional del Tamba Trío. Creo que es uno de los puntos altos de la estructura armónica de ingeniosa sonoridad y hasta hoy, cuando aparece aquella sonoridad, eriza, es un negocio fantástico y con el liderazgo de uno de los mayores genios de la música brasileña, el Luizinho Eça. Y los otros que tocaron, tanto el Hélcio Milito cuanto el Ohana, el Dório también cuando volcó cuarteto, una cosa realmente fantástica. Y Os Cariocas también, en la época, fueron una referencia muy grande en el gusto por lo vocal. Además de eso todos los otros, Tom Jobim, Carlos Lyra, todos los otros que frecuentaron mi casa... João Gilberto. Él nunca fue allá, pero era la omnipresencia de todo el grupo, João Gilberto siempre fue la referencia sonora de la bossa nova, entonces realmente eso impregnó toda mi formación musical. Desde la época en que yo comencé a despertarme para la música, esa fue la gran referencia. Después vino aquella generación que fue inmediatamente anterior a la mía, cuando vinieron excelentes compositores. Desde la época de la bossa nova, surgieron excelentes compositores, Edu Lobo, Chico Buarque, Gilberto Gil, Caetano Veloso, Milton Nascimento, Ivan Lins un poco después, Gonzaguinha también un poco después, João Bosco inmediatamente después también, un poco después también Djavan, Sidney Miller. Yo debo estar olvidando gente buena con certeza porque era mucha gente, pero esos tal vez hayan sido los grandes. Cuando yo vi esa multitud llegar, yo ya creí que podía formar parte del grupo, entonces ya trabajé más en ese sentido junto con mis amigos, todo el personal que estaba comenzando en la época, y la identidad fue muy grande. La aproximación del punto que yo estaba para el punto en que yo quería llegar ya se quedó más plausible.
Formación Musical
Grupo Momento Cuatro / Primera Grabación / Festival Internacional de la Canción
Mi primera experiencia profesional como músico fue en un grupo llamado Momento Cuatro. Éramos yo, Zé Rodrix, Ricardo Vilas y David Tygel que después vino a formar también Boca Libre. Cuando la gente comenzó, todos eran alumnos del Colegio de la Aplicación, y la gente no iba a clases juntos por hacer música. Comenzamos a componer juntos o separadamente para inscribir músicas en festivales de la canción de la época. No tuvimos ninguna música clasificada, pero eso no impidió de la gente continuara intercambiando informaciones y comenzamos a aprender a cantar, para que cantemos las músicas. Nuestra intención, cuando la gente comenzó a mostrar el trabajo, era vender el pez de las músicas que la gente estaba haciendo. La gente tuvo uno de los primeros contactos con Regina Werneck, que era del Cuarteto en Cy, y en la época ella nos presentó a todo el personal del Cuarteto y al Aluísio de Oliveira. Y la gente fue a un ensayo que ellas estaban haciendo en la casa del Oscar Castro Neves, que es otro genio también. Y fue en un ensayo así que la gente mostró las músicas que la gente tenía, composiciones nuestras. El Aluísio de Oliveira, que era una persona de ideas, dueño del sello Elenco, que grabó la mayoría del personal de la bossa nova, llegó y habló: “Ustedes es que tienen que cantar, esas músicas son para que ustedes las canten”. Y en la época – eso fue en 1966, por lo tanto fue antes del comienzo de la Tropicália – él habló: “Ustedes podían usar unas cosas diferentes, podían usar unas guitarras eléctricas”. Y la gente era medio demasiado MPB y nos quedamos así medio asustados: “Nosotros no sabemos tocar guitarra eléctrica”. La gente tocaba guitarra, era una cosa en un molde más tradicional, dentro del perfil de la época. Pero él ya tuvo esa idea antes del personal que después trajo para el MPB las guitarras eléctricas, las cosas así. Acabamos grabando dos discos, un LP para Phillips. Momento Cuatro tuvo una vida efímera, hasta finales de 1968, un año en que las cosas degringolaron todas en Brasil y la gente fue tomado de sorpresa por una onda de mucho miedo, de mucha inseguridad y el grupo tampoco resistió. Yo pase por encima de algunas cosas y creo que Momento Cuatro la verdad fue para mi la entrada de todo un universo musical, profesional e de presentación para el medio artístico de una forma general. La forma de aproximarme, de aproximarnos, yo y los otros, de todos aquellos ídolos. Soñábamos en ser músicos y de repente se estaba haciendo parte de las mismas cosas y en ese período de convivencia descubrimos cosas muy importantes, que sorprendió no solo a nosotros, sino a todo el Brasil. Como fue el caso de Milton en el festival de 1967, en que canto “Travesia”, “Cerro Viejo” y “Maria mi fé”. Y cuando las personas escucharon aquel tipo cantando de aquella forma, todo mundo pensó: “espera ahí, tengo algo ahí”. Fue algo completamente diferente. Y aquello era un jardín zoológico infestado de fieras. De pronto entra alguien haciendo un negocio que nadie sabía lo que era, sólo sabía decir que era una cosa fantástica. Allí hubo un impacto muy grande no sólo en mí y en los otros compañeros del Momento Cuatro, pero creo que también en toda la música brasileña. La gente vio el surgimiento. Tenía gente que ya se conocía de antes, pero allí fue presentada realmente a todos una nueva forma de sentir la música. Y después, como la música brasileña tuvo varios divisores de agua, por lo menos en mi concepción, esa presentación del Milton fue una de ellas. Creo que mucha gente pensó en música después de aquello allí. Creo que era una nueva información de composición, una nueva información de la manera de cantar, de tocar, una sonoridad que apareció diferente, yo creo que eso tocó todo el mundo. A pesar de no haber ganado, yo creo que fue el verdadero vencedor de aquel festival. Para vencer no necesita ganar primer lugar, porque vence quien se queda en la verdad. Yo creo que festival era una cosa que a principio no me atraía mucho por el hecho de ser una competición. En música no da para competir, son cosas totalmente dispares, usted no puede clasificar como competición cosas que son completamente diferentes. Eso acabó desvirtuando la función principal del festival, que era mostrar cosas nuevas que podrían ser maravillosas como fue el caso del Milton y como otras cosas que fueron perjudicadas excesivamente por el clima competitivo de festivales. Como fue “Sabiá” abucheado, impresionante, quiere decir, lo que las personas querían era una música de llamamiento momentáneo que era el negocio del Geraldo Vandré y realmente era un absurdo abuchear una cosa tierna sólo a causa de una cuestión de competición emocional. Entonces yo creo que la música nace para ser oída de otra forma, no por el aspecto de competición. Entonces esa cosa de festival servía de cualquier forma para traer gente nueva, no sólo para mostrar el trabajo como también para influenciar en la gana de las personas de que muestren cosas. Entonces mucha gente surgió incentivada por el hecho de poder mostrar las cosas en un festival y después tornarse realmente una expresión concreta dentro de la música brasileña.
Personas
Milton Nascimento
En la época, todas las personas se frecuentaban mucho, tenían esa facilidad, el ambiente invitaba a las personas para que vayan en casa, o cosas así. Ahí Milton Nascimento, el Toninho Horta, Nelson Ângelo eran personas que estaban viniendo de Minas en la misma época. Yo me acuerdo que, en una determinada época, yo considero que mi casa se convirtió una especie de sucursal del Club de la Esquina en Río de Janeiro. Milton adoraba llegar en la hora del almuerzo y pedir para la empleada que tenía allá, que era la Edwiges – él adoraba la Edwiges – para ella hacer unas empanadas de queso, porque él era loco por las empanadas de queso. Ella adoraba y él también. Y ella decía: “Huy, llegó Milton”, e iba a hacer las empanadas de queso de Milton, que era simple, no exigía nada, pero ella ya sabía e iba a hacer. Era una época que las personas tenían disponibilidad tanto para visitar los otros cuanto para ser visitados, esa cosa que yo quiero ver si la gente puede rescatar hoy día también. Nadie marcaba hora, llegaba e iba y era una cosa buena. Pero fue en esa época que la gente se envolvió más personalmente. Desde que la mayoría de los músicos de Minas comenzó a venir para Río, realmente el Club de la Esquina cambió. Ya no tenía la esquina, las esquinas podían ser varias, pero el club continuaba por aquí también.
Festivales
Festival Internacional de la Canción
El Momento Cuatro fue a Belo Horizonte a defender “Vera Cruz” con Milton. Antes de eso, yo no me acuerdo se fue antes, pero yo creo que una cosa fue cerca de la otra. La gente ya había hecho cosas con Milton, en la primera grabación de “Centinela”, “Callejón del Mota”. El Momento Cuatro había hecho los vocales, yo hice los arreglos, y la gente llegó a grabar otras dos músicas, “Coraje” y el propio “Vera Cruz”. “Coraje” creo que acabó no saliendo en ningún disco de él, pero después él grabó allá fuera. Y “Vera Cruz” la gente fue defender en el festival, arreglo del Eumir Deodato, una cosa maravillosa, Momento Cuatro, Novelli en el contrabajo, Robertinho Silva en la bateria y la música no fue clasificada. Era para clasificar la música para el festival de la Globo, que era el Festival de la Canción, y no fue clasificada. Fue una de las cosas más jocosas. No me acuerdo cual fue y no tengo nada contra las que fueron, pero realmente “Vera Cruz” es una música eterna, es una cosa maravillosa. Por eso que ese negocio de festival competitivo es una cosa muy extraña, es una cosa que da margen, quiere decir, quien soy yo para decir que una música es mejor que la otra, pero yo creo que es sí (risas). En el segundo disco con Milton yo hice un arreglo orquestal y el Momento Cuatro participó cantando algunas cosas. Yo hice los arreglos vocales también, poca cosa, pero era bueno.
Formación Musical
Grupo Sagrada Familia
Cuando acabó el Momento Cuatro, yo me quedé un periodo medio sin padre ni madre en términos de lo que hacer y comencé a tocar bajo eléctrico. Y una de las primeras cosas que yo hice tocando bajo fue con Nelsinho Ângelo y Naná Vasconcelos. La gente llegó a formar un embrión de un trío llamado Los Trillizos, que era totalmente diferente. El apodo era Los Trillizos y la gente tocó junto en un festival de 1969, Festival de la Canción, una música de Joyce con Sergio Flaksman, “Copacabana Vieja de Guerra”, y yo tocaba el bajo. Fue la primera vez que yo toqué bajo en grandes eventos y fue arreglo del Luizinho Eça – la gente ya se conocía. La gente ya frecuentaba la casa de él. Bebeto Castilho había llevado la gente allá para ver los ensayos del Tamba y cosas así. El Luizinho estaba comenzando, el Tamba había dado una parada y tenía otro personal que había ido para México y quedado por allá. Él estaba queriendo montar un nuevo grupo para hacer una temporada en México también y comenzó a coger las personas que estaban más cerca, más en vuelta, y me llamó para tocar el bajo, llamó a Nelsinho Ângelo, Naná Vasconcelos, Gegê de la bateria, Cláudio Roditi de trompeta, Bill Vaughan también, Zeca en el trombón, Ión Muniz en el sax y cuatro cantantes, la propia Joyce, la Carminha, que en la época era novia del Luizinho, Ângela y Rose. Era la Sagrada Familia, formada por 13 personas. Una de las otras opciones de nombre era la Última Cena, pero como la gente estaba sólo comenzando, no daba para ser última. Hacer uno de los primeros trabajos con el contrabajo con un equipo así es un sueño. Hoy yo veo que es una oportunidad que no surge para todo el mundo. Y el Luizinho Eça, que es zurdo, tocaba piano y la mano izquierda de él volaba. Entonces él hacía aquellos bajos complicadísimos en aquellos arreglos en el piano y yo tenía que reproducir los bajos idénticos de la mano izquierda de él, tenía que sudar. Hacía aquellas grabaciones en aquella línea de bajo y, puchis vida, el negocio era bravo. Entonces fue un entrenamiento óptimo. La gente hacía vocales también, aprendizaje realmente de primera, de los grandes aprendizajes que yo tuve.
Personas
Oscar Castro Neves
Anteriormente, el Momento Cuatro fue propiciado por la convivencia con Oscar Castro Neves, que aún es uno de los grandes ingenios de la música brasileña como arreglista y como persona también es alguien fantástico. Él me mostró muchas cosas: como hacer arreglo vocal, como era la estructura musical de los arreglos vocales que la gente veía él haciendo. La gente trabajó con él en un show acompañando a Nara Leão en el Teatro de Bolso de Ipanema y él hacía los arreglos de todo el show y también de los vocales. Y yo comencé a percibir como era el encadenamiento que hacía parte de las voces y pasé a hacer también los arreglos del Momento Cuatro y de Boca Libre.
Personas
Joyce
Después de la Sagrada Familia, yo ya conocía a Joyce. Comenzamos el Momento Cuatro, y Joyce estaba siempre junto también. Era un grupo muy llegado con otras personas. Y más tarde, en 1975, Joyce me llamó para tocar en un trío con ella, yo y Rubinho, batería, acompañando a Vinicius de Moraes, en una temporada en Punta del Leste. Joyce se había casado con Nelsinho Ângelo, tuvo dos hijas y estuvo un tiempo parada, medio alejada. Ella se quedó medio ama de casa durante un tiempo y se había separado el año anterior y estaba queriendo retomar la carrera artística y uno de los primeros shows fue exactamente ese. Ella me llamó y al Rubinho y la gente fue para Punta del Leste y yo y ella acabamos nos casando. Nos quedamos juntos durante dos años y comenzamos una especie de asociación de duo, una cosa de dos guitarras, voces. Llegamos a hacer muchos shows por aquí y viajamos para Europa el año de 1976. Viajamos después para Estados Unidos y para Nueva York, de donde ella volvió casada con Tutty Moreno, con quien está hasta hoy, gracias a Dios, y es una pareja maravillosa. (risas) Pero la asociación prácticamente comenzó después de ese periodo, ya no estábamos más juntos. Ella hizo la letra de “Misterios ”. Me tenía oído cantar para ella una vez o dos, algo así, yo ni me acordaba más, y ella vino con la letra y la segunda parte. Ella hizo la letra de “Clareana” cuando aún estábamos juntos, pero era una música que yo había compuesto mucho antes también. Tanto “Misterios” cuanto “Clareana” yo había compuesto antes de la asociación, digamos así, y ella hizo la letra después. Y de ahí para acá hicimos mucha música juntos también y Boca Libre grabó otras tantas. Realmente es una persona que tiene una facilidad extrema para tocar, cantar, componer música, melodía y letra, coger un tema y desarrollar de una forma realmente brillante. Ella tiene una capacidad muy grande de expresión en varias lenguas. Es una poliglota no sólo de la parte de conocimiento de la lengua, pero de la sonoridad. Ella es capaz de hablar perfectamente portugués, cosa que mucha gente no consigue, inglés, francés, italiano, español sin ningún acento y correcto. Entonces realmente eso la ayuda mucho en la carrera internacional y realmente ella tiene un currículo envidiable.
Formación Musical
Boca Libre
Boca Libre exactamente sucedió el fin de esa mi fase de tocar con Joyce. La gente comenzó a encontrarse en el fin de 1977, comienzo de 1978. El Davi, que formó parte del Momento Cuatro, anduvo también desaparecido, ahí él comenzó, durante 1976, a organizar shows en el Monte de la Urca. El Davi fue quien idealizó y comenzó a realizar efectivamente los shows en el Monte de la Urca, un proyecto llamado “Quien Sabe, Sube”, antes de volverse “Noches Cariocas”, antes de ser medio disco. Era un negocio de música brasileña, escenario al aire libre, maravilloso, y por allá pasó Caetano Veloso... Geraldinho Azevedo y Zé Ramalho comenzaron allá, fueron presentados prácticamente al público de Río de Janeiro. Tenía shows instrumentales, Hermeto Pascoal, Egberto Gismonti. Yo y Joyce llegamos a hacer shows allá también, mucha gente. Llegué a tocar allá una vez acompañando a Aracy de Almeida, yo de villano y ella cantando. Es una cosa interesante porque yo nunca fui de esa playa de música más antigua, pero yo conocía todo el repertorio, ella estaba necesitando de alguien, ahí yo fui allá. Fue una experiencia curiosa y sensacional. Y de esa época también comenzó un contacto con ciertos grupos nuevos que estaban aconteciendo, comenzando también como el grupo Cantares, grupo Semente. Semente era un grupo que tenía un vocalista maravilloso, composiciones interesantísimas y yo vi ese tipo por primera vez en un programa de la TVE con Paulo Tapajós presentando. El grupo era Semente y él era Zé Renato. Zé Renato también es otro que, cuando usted oye por primera vez, para todo. Oír a Zé Renato por primera vez fue como oír a Milton: “Paró, ese ahí es diferente”. Y yo tuve la felicidad de después él aceptar formar parte de Boca Libre. Además de ser alguien sensacional es un dios cantando, tiene un registro de voz absurdamente bonito y musical y compone muy bien, entonces trae toda la información necesaria para nutrir un buen grupo. Y él trajo a Cláudio Nucci, que también es otra persona maravillosa con una capacidad inmensa de componer, de darse con el grupo, eximio vocalista, alguien con una musicalidad fantástica y fue la primera formación de Boca Libre que no duró tiempo, tal vez, el que la gente deseara. Hubo disidencias internas y acabó saliendo Cláudio y entró Lourenço, que está hasta hoy, que también es otra persona de una musicalidad fantástica, es un comodín, toca flauta, guitarra, percusión, canta, compone. Todo personal que hace o formó parte de Boca Libre necesitaba atender más de una función para la cosa andar. Después vino Fernando Gama. Trabajamos mucho tiempo juntos es alguien también de mucha capacidad. Instrumentalmente es el mejor de todos nosotros, realmente es un virtuoso, de guitarra, contrabajo, canta mucho, tiene una experiencia fantástica. Y creo que es un grupo que tiene unas diferenciaciones a pesar de tener mucha gente que confunde algunas cosas del trabajo de Boca Libre, 14 Bis, Ropa Nueva. A veces hasta piden para nosotros cantar música de los otros grupos y para ellos también. Eso es una cosa natural porque a veces la persona oye en la radio sólo algunas músicas y no hace mucha distinción. En la hora que toca en la radio, nadie está diciendo quién es quien está cantando, entonces las personas confunden porque todos somos vocalistas también, entonces eso aproxima también el grupo. Y es gracioso que, para mostrar ciertas semejanzas y diferencias, Boca Libre y el 14 Bis se juntaron para grabar un disco en vivo y hicimos mucha cosa juntos también. Fue una experiencia muy interesante porque en vivo le da tener una distinción mayor entre lo que es una cosa y lo que es otra. Existen diferencias fundamentales. El trabajo del 14 Bis es más calcado en el instrumental más pesado, que ellos dominan muy bien, y Boca Libre es más calcado en el vocal, que la gente domina. Nosotros pusimos los instrumentos más como acompañamiento y ellos usan los instrumentos más como parte integrante del arreglo de una forma diferente. Yo creo que los dos hacen las dos cosas más o menos semejantes, pero las diferencias son acentuadas con los dos juntos en el mismo escenario. Además, sobre esas uniones, Boca Libre también tuvo una experiencia muy buena también cuando la gente se juntó al MPB-4 en 1980. Los dos grupos habían acabado de hacer temporadas largas en teatros en Río de Janeiro durante el verano. Nosotros en el Teatro dos Quatro y ellos en el Teresa Raquel. Temporadas así de dos meses, llenos. En la época que aún se hacía show de música en teatro, resolvimos en el fin del verano hacer un show juntos, allá en la Concha Acústica de la UERJ. Fue un show que tuvo tanta gente que las personas saltaban el muro, no paraba de entrar gente, tuvo más de diez mil personas. Fue una sorpresa y más una constatación de que el público le gustan las cosas bien hechas, elaboradas. El público existe, la cuestión es crear la motivación.
Formación Musical
Club de la Esquina: origen
Fue en la época de 1967, 1968 más o menos, época en que el personal estaba llegando. No es que tuvo una sucursal, no tendría una, la verdad fueron varias. Río de Janeiro todo fue una sucursal, donde cada uno vivía. En la época, Milton vivía con varias personas. Las sucursales acontecían naturalmente, pero una pequeña, una minifilial sería allá en casa también. En esa época, el personal estaba comenzando a descubrir las cosas, descubriéndose existencialmente también, cambiando mucho la forma de comportamiento. Era una época de mucho cambio. Entonces todas las experiencias que la gente iba pasando eran incorporadas tanto en la música como en la vivencia de cada uno. Eran grupos, la gente salía para ir a asistir shows juntos, convivía uno en la casa del otro, salia para tomar cogorza juntos. Por ejemplo, en la época que la gente fue allá para Belo Horizonte cantar “Vera Cruz”, después de la presentación fuimos para casa, si no me engaño, del Fernando Brant y yo me quedé tan borracho que yo no me acuerdo casa de quien era, si era casa del Fernando, si era del Roberto Brant, hermano de él. Yo sé que fue una fiesta tan federal que yo no sabía lo que había acontecido. Todo lo que me cuenten yo creo, porque realmente yo no me acuerdo de nada. Entonces era así, la gente iba descubriendo las cosas, al mismo tiempo en que iba haciendo música y viendo acontecer.
Formación Musical
Club de la Esquina: evaluación
Para la música yo creo que el Club de la Esquina trajo una sensibilidad minera que yo no sé si viene de aquellas montañas armoniosas, de aquella convivencia medio bucólica de aquellas praderas, de la energía de aquel mineral, no sé lo que es. Ellos traen la cuestión de la armonía en la música, una cosa muy fuerte. Para mi campo de actuación, el vocal, es un plato lleno. Todos esos compositores son excelentes armonizadores, entonces yo creo que trae una visión musical que aún es muy importante dentro de la formación del oído brasileño. Es diferente de la cosa carioca que aquí es a veces más suingada, más sambística, alguna cosa así. Minas venia con las cosas de las tonadas, un negocio más sinfónico en términos de la concepción, por un lado. “Monte Viejo”, de aquella época, es una música de una densidad, una cosa fantástica. Además de varias otras composiciones. Iuri Popov, que es nuestro ruso infiltrado allá en el norte de Minas, es alguien que tiene una composición con una armonía fantástica, es una otra cabeza de armonización. Aún los más pops, Lô Borges, Beto Guedes, son elaboradísimos en la parte armónica, hacen cosas que son simples, pero interesantes como forma de expresión. Tiene una otra vertiente, por ejemplo, el Tavinho Moura, que a veces tiene cosas que son aparentemente más simples en género, pero son complicadísimas y son naturales. La gente va percibiendo cada uno, como Toninho Horta, que para mí es el mayor guitarrista del mundo, es quien consigue hacer el sonido de guitarra más bonito que yo ya vi y la concepción armónica de la más absurdamente increíble. Las composiciones de él son impresionantes, la capacidad que él tiene de crear soluciones fantásticas dentro de cosas aparentemente simples... Realmente es una multitud brava (risas).
Disco
Club de la Esquina: 1972
Cuando yo oí el disco, no sentí nada tan diferente de lo que yo ya conocía. Lo que me trajo de nuevo fue Lô, que era alguien que yo aún no conocía bien, y fue trayendo tal vez nuevas posibilidades de la parte de grabación. Fue una época en que las formas de grabación evolucionaron mucho, si no me engaño fue uno de los primeros, sino el primer disco de la Odeon grabado en ocho canales, que ya era una cosa impensable. Antiguamente era grabado en dos canales, hacía back, grababa toda la base en dos canales, ahí hacía voz en play-back. Después de eso vino la época multitrack, que fue una cosa que trajo una gran innovación. Ya fue posible hacer otro tipo de sonoridad bien diferente, con una riqueza mayor. Y al mismo tiempo trayendo nuevas composiciones, trayendo otras personas que también comenzaron a formar un bizcocho mayor aún en términos de diversidad de la música minera. No sólo minera, porque el Club de la Esquina no se limitaba a Minas, Minas era sólo el centro a causa de Milton, pero tenía a Danilo Caymmi, Novelli, mucha gente que si ahora yo comenzar a hablar yo puedo olvidar. Entonces realmente fue un disco que llamó mucho la atención, no me sorprendió tanto porque yo ya conocía el origen de todo, pero es un disco fantástico hasta hoy.
Disco
Club de la Esquina 2: 1978
Yo grabé “Misterios”, fue la primera grabación de “Misterios”. Yo hice el arreglo instrumental y vocal y Joyce hizo el arreglo de base. Y fue una de las primeras grabaciones de Boca Libre. La gente había hecho antes una grabación para el Vital Lima allá de Belém, pero esa fue la primera grabación de “Misterios”. La grabación era una locura, digamos así. Era mucha gente grabando, eran sesiones interminables. (risas) Era una época en que las personas podían hacer, o tal vez aún puedan, pero en la época aún se hacía mucho: juntaba todo el grupo para grabar y allí el abanico se abrió aún más. El número de personas que participó de aquel disco fue fantástico, realmente una cosa inmensa. Pero ese clima yo ya conocía de antes, de todos los otros discos del Milton, menos del primero, que yo no lo conocía; sólo lo conocí oyendo, yo no participé de nada. A partir del segundo, yo participé de mucha cosa, grabación de coro, llamaba todo el mundo para tocar, pintaba alguien: “Ah, usted está ahí? Entonces hás una percusión”. Era todo el mundo ya del mismo club, no iba allá para ganar caché, no tenía ese negocio, la gente iba porque gustaba y estaba allí en la hora. Yo creo que, si no fue movimiento, por lo menos fue muy movido.
Eventos Históricos
Dictadura Militar
En la época, la gente era disponible, las personas tenían disponibilidad. Y de pronto nada sonaba extraño. Márcio me llama a la medianoche y habla: “Me presta su carro? Hay una persona que necesita ser llevada a Belo Horizonte pues anda con problemas de persecución política. Tiene que ser hoy y usted es quien tiene carro. Usted puede prestarme el coche?”. “Ah, prestar yo no sé si da, pero yo voy.” Y ahí yo fui con ellos. Salimos a la medianoche, una hora, y fuimos de carro por la carretera vieja. Si fuera la carretera nueva sería una belleza, pero fuimos por la carretera vieja, aquella que pasaba dentro de Juiz de Fora, con curva para burro. Llegamos allá en Belo Horizonte de mañana. Ahí dejamos la persona en el local necesario, fuimos a desayunar y resolvemos volver en la hora. Sólo que en aquella época la gente piensa que no tiene límites físicos, aquella cosa toda. Ahí yo fui tomar para dirigir, debía andar con la cabeza no muy alerta, y tuve un problema en la carretera. Yo creo que estaba comenzando a llover, y el carro dio una derrapada en una curva que estaba en la bajada y yo no tuve habilidad suficiente para controlar el carro y él acabó rodando, capotando y por suerte en un lugar seguro. Si fuera para el otro lado, habría tenido consecuencias peores. Allí cerca de Congonhas la gente acabó con la aventura y el carro. Cada uno tenía problemas. Márcio tenía que volver para presentarse allá en el trabajo de él para no crear ningún problema, levantar sospechas. Yo también tendría que volver, pero tampoco dio. Yo tenía que llevar el carro que no era mío, que yo tome prestado para esa aventura y tuve que llamar hablando: “Mira, tome el coche prestado y vine para Belo Horizonte”, tuve que explicar. Por suerte, mis padres no se sorprendieron porque mi hermano ya había tenido problemas con política. Ellos ya eran escolados en esa parte de saber que las personas tenían necesidad a veces de esconderse, porque mi hermano ya había tenido problemas con cuestión de movimiento estudiantil, entonces yo pude hablarles directamente de lo que se trataba. El motivo ellos entendieron y no me dejaron de castigo. El carro tenía seguro, entonces dio para respirar un poquito. Pero de cualquier manera era una situación muy incómoda por lo general, aunque nadie se haya lastimado seriamente. Fue un susto muy grande, pero valió la pena. Lo importante es que las cosas fueron hechas, y son ellas que dan gracia a la vida. La gente tiene esa cosa para mostrar, para recordar, y esas situaciones la gente tiene que guardar con cariño. Son sustos que la gente pasa, pero que valen para la gente tener noción que hay horas que no vale la pena pensar: “Eso ahí va a ser bueno, o no va a ser”. Tiene que ser y fue. La gente hace y después, si acontece alguna cosa, algún problema, la gente sufre las consecuencias.
Formación Musical
Perfeccionamiento
Cuando yo comencé a estudiar, resolví estudiar realmente música. Mis padres siempre insistieron para yo estudiar música también, pero yo creía que daba para aprender solo. Pero cuando yo comencé a querer escribir música y hacer arreglos, yo vi que necesitaba escribir bien, leer, alfabetizarme. Yo ya conocía por otras personas la fama justificada de la profesora Wilma Gracia, que era profesora de la mayoría de las culebras de la MPB que estaban comenzando. Realmente era fantástica la capacidad de ella para enseñar. Tenía grande jovialidad. La casa de ella era un club de la esquina de esa música, de esa época anterior un poco. Milton inclusive ya estudió allá. En la casa de Wilma llegaba uno y salía otro, y quien tenía clase a las dos de la tarde iba quedándose y ahí iba acumulando. Cuando daba siete de la noche estaba una multitud inmensa. Unos se quedaban allá en el cuarto donde tenía el piano aprendiendo y los otros se quedaban conversando. Entonces era realmente un lugar de punto de encuentro, además de lugar de estudio. Era un lugar de conocimiento. Yo creo que nada es sin conocimiento, estudio es una cosa técnica, pero el conocimiento no. Yo creo que, gracias a Dios, toda esa generación tuvo donde estudiar y tuvo donde conocer. Una cosa completa la otra, el cambio de informaciones espontánea solidifica el cambio de informaciones, digamos así, escolar o didáctica. Y la única cosa que yo realmente lamento profundamente de esa época que yo estudié con Wilma Gracia es que resolví sólo estudiar solfeo – porque ella era una gran pianista, concertista maravillosa. Mi instrumento era la guitarra y yo no quise estudiar piano y me arrepiento profundamente, porque sería la oportunidad de tocar piano y desarrollar una cosa que hoy yo no sé usar. Yo sé tocar piano sólo para hacer arreglos. Yo creo que el piano es un instrumento fantástico, pero como yo venía de aquella cosa, creía que la guitarra bastaba y me quedé en esa, pero el resto fue todo bien.
Familia
Boda
Yo fui casado tres veces. La primera vez fue con Joyce en aquel periodo. Después, yo estuve casado durante 24 años con una minera, Danuza, y tuve dos hijos. La gente se separó más o menos hace cuatro años. Hoy, yo estoy casado con Kay Lyra, que es también de familia de músicos – Carlos Lyra, Kate Lyra, que son artistas también –, y es una persona que yo amo mucho, fantástica, talentosa, canta maravillosamente bien, compone muy bien también, es musical y es una persona muy importante para mí.
Familia
Hijos
De esa segunda boda yo tengo dos hijos. Francisco es músico tecladista, pianista y está haciendo lo que yo no hice, que es seguir por el piano. Yo toco en el grupo de él, Chama Violeta. Él me llamó para ser el bajista y yo voy con mucho orgullo. Es un grupo de música instrumental, medio jazz, progresivo, música brasileña también, pero es un trabajo instrumental de nivel altísimo de composición. Aún no tiene CD, está comenzando a hacer, tal vez llegue a tener, la gente está planeando eso. Pero es un camino más difícil, música instrumental, composiciones propias y sin ningún llamamiento comercial. Para él realmente no es la cuestión, la cuestión es el placer de hacer. Él es una persona muy íntegra dentro de lo que se propone a hacer y yo creo que va a llegar la hora que las cosas van a ser reconocidas, porque es un trabajo de mucha calidad y me da mucho placer de tocar, aprendo mucho también con él. Él tiene una cabeza ya antenada con muchas cosas que tal vez yo sólo vaya a alcanzar por intermedio de las cabezas como la de él. Él se formó dentro de otra época, pero conoce bastante el Club de la Esquina, él es antenado con todo. Y yo tengo que hablar de mi hija Ana también. Ella fue por el otro lado que yo tampoco fui el dibujo industrial. Ella estudia Dibujo Industrial en la PUC, es la primera alumna, tiene beca integral, es fastidioso, puchis vida (risas). Y ella no es Caxias, ella estudia naturalmente, a ella le gustan las cosas y va y tira buenas notas. Donde yo paré, ellos fueron yendo. Eso es bueno para ver que los hijos son la continuidad de la gente.
Formación Musical
Club de la Esquina: museo
Yo hallé fantástico dar el testimonio, a mí me gusta hablar. Yo era muy tímido, pero yo de pronto comencé a descubrir que podía hablar y yo hallé bueno y ahora tiene que mandarme parar. Yo comienzo a veces en un asunto y voy enmendando una cosa en la otra, vienen ideas. Claro que de aquí a cinco minutos, cuando la gente acabar aquí, yo voy a recordarme de 30 cosas que a mí me gustaría haber hablado y ahí va a ser tarde, pero yo marco otra entrevista. Ustedes me encaminaron muy bien, no me dejaron huir tanto, para concentrarme más en las cosas directas, y al mismo tiempo me dejaron bien a gusto para poder hablar cosas que yo estaba pensando en la hora.
Formación Musical
Club de la Esquina: evaluación
Las cosas más o menos se mezclaban en la época Yo estuve en la casa del Marcinho Borges, allá en los Borges, aquella fantástica reunión de figuras increíbles, musicales y animadísimas, y era un lugar de efervescencia, pensamiento, música y convivencia. También estuve conviviendo con el personal allá del Fernando Brant, la familia de los Brant, que era también otro núcleo de cabezas legales. Tuve mucha convivencia también con Nelsinho Ângelo, que yo hallo un excelente compositor, un guitarrista compositor de los más creativos que yo ya vi. Nelsinho llegó a vivir un tiempo en mi casa allá en el Flamengo en la época que él vino para Río de Janeiro. Él aún estaba sin lugar para vivir y vivió un periodo allá, entonces la gente intercambiaba figuritas durante mucho tiempo. Es alguien que tiene una musicalidad fantástica, y es una figura muy graciosa, lleno de caso para contar. Minero tiene esa cosa de muchos casos para contar, el Club de la Esquina es muy rico con esos pasajes. Yo no soy muy contador de casos, historias, mi memoria no es tan rica así. Yo creo que cuando me van preguntado, yo voy acordándome. No soy de tener tantas cosas para contar. Usted me preguntó que más yo tenia para decir, yo no se, yo creo que es una sensación general que de mi parte se mezcla mucho con aquella cosa anterior que Río de Janeiro tenia. Yo pegue la mezcla de dos cosas, yo no tengo la información original del Club de la Esquina en Minas, yo tengo la información de la unión de él con la perspectiva que existía en Río de Janeiro. Era una época realmente de efervescencia de todos los tipos, tanto político como de pensamiento. Yo tampoco puedo olvidarme de una cuestión. Yo hable mucho en la parte musical, pero la parte de las letras era un nuevo lenguaje que yo vi llegando a la parte de la información de las palabras, la forma de expresarse, hasta de driblar las prohibiciones de la época de la censura, la forma de hablar de las cosas como imágenes, de criar sugestiones de la vivencia por metáforas, eso de ahí también es una cosas que vino dentro de la misma óptica. A veces muchas cosas no fueron dichas directamente, pero todo está allá, todos los asuntos, nadie se olvido de hablar sobre todas las necesidades, no solo de la vida brasileña, como de la vida de cada uno. Si usted fuera a ver bien, está todo ahí.
Formación Musical
Club de la Esquina: museo
Yo creo que brasileño tiene memoria. Mucha gente habla que brasileño no tiene memoria, tiene, pero a veces falta el lugar para guardar, falta el acceso. Y esa es una forma de dar acceso y se tornar más fácil, porque muchas veces la memoria de la gente no funciona, la gente olvida. Está allá, pero esta guardado y muchas veces la gente no sabe procesar. Entonces a veces la cosa viene, como hoy. Yo estoy recordando de cosas que yo no recuerdo todo día. Y de cierta forma la memoria no es la memoria mecánica de los hechos, de colocar verbalmente. Es una memoria emocional de lo que aquello me remete, es una forma de sentirme capaz de tener aún las mismas emociones, sensaciones de aquella época. Yo creo que es eso que hace que los sueños y las personas no envejezcan.
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